Cónsul General de Turquía en la isla griega de Rodas, fue reconocido Justo entre las Naciones el 13 de diciembre de 1989. En julio de 1944, cuando los alemanes se disponían a deportar a Auschwitz a los 1.800 judíos de la isla, el diplomático turco musulmán salvó a 42 judíos alegando que eran ciudadanos turcos y, por tanto, debían quedar exentos de la persecución. De hecho, sólo 13 de los protegidos de Ulkümen eran realmente turcos: los demás estaban casados con turcos o tenían parientes turcos. El resto de los judíos de Rodas fueron deportados y asesinados. Sólo sobrevivieron 150.